“Sabemos que la crisis social también es ecológica. Así lo demuestran las votaciones del apruebo en los territorios con más conflictos socio ambientales: María Elena 91,20%, Calama 83,55%, Chañaral 90,50%, Mejillones 89,56%, Tocopilla 90%, Huasco 90,41%, Freirina 91,77%, Quintero 81,33%, Puchuncaví 84,07%, Til Til 84,84%, Cabildo 87,84%, Petorca 90,05% y Coronel 76,05%”.
Este domingo un 78,27% de las personas que fueron a votar, pese a la pandemia y las campañas de desinformación, manifestaron su voluntad de cambiar. Este no es un mandato flexible o negociable.
Con el eco del estallido social todavía resonando fuerte en nuestras cabezas y pese a que muchos de los y las jóvenes que desencadenaron este momento histórico no tuvieron el derecho de marcar su preferencia en las urnas, hoy es nuestra obligación trabajar para que esta Nueva Constitución que comienza a hacerse realidad, sea una que asegure vida digna y un Chile justo y responsable en su trato con la naturaleza.
Sabemos que la crisis social también es ecológica. Así lo demuestran las votaciones del apruebo en los territorios con más conflictos socio ambientales: María Elena 91,20%, Calama 83,55%, Chañaral 90,50%, Mejillones 89,56%, Tocopilla 90%, Huasco 90,41%, Freirina 91,77%, Quintero 81,33%, Puchuncaví 84,07%, Til Til 84,84%, Cabildo 87,84%, Petorca 90,05% y Coronel 76,05%.
Hoy tenemos la oportunidad de poner a la naturaleza, los ecosistemas y los cuidados de todas las formas de vida en el centro. Hoy tenemos la oportunidad de apostar de cambiar el orden de las cosas y asegurar un medio ambiente sano para nosotros/as y para las generaciones futuras.
Desde la SCAC manifestamos nuestro orgullo por este Chile que hoy suelta las ataduras de la dictadura y sin miedo, renace. Como plataforma nos comprometemos desde ya a ser un aporte en el debate constitucional y generar insumos para que tanto la ciudadanía como los y las constituyentes se informen y sean conscientes de que la Nueva Constitución debe considerar el contexto de crisis climática y ecológica que enfrentamos.
La historia está en nuestras manos y la única forma posible de tener un país más justo es cambiando nuestro trato con el territorio. ¡Vamos a escribir nuestra Constitución Ecológica!